Menores con móvil

Érase una vez una escuela sin teléfonos móviles y sin tabletas, sin ordenadores ni otras distracciones que puedan alterar la plácida atmósfera de aprendizaje entre visillos. En la Acorn School de Londres, donde medio centenar de niños (y sus padres) han aceptado el reto de intentar vivir y crecer sin pantallas… Al menos hasta los 12 años, porque, según esta teoría, así estudian más, son más felices y no están sometidos a las presiones de la infancia «infeliz» (El Mundo 3 de marzo 2016). Después de leer este artículo muchos se preguntarán si efectivamente esta es la solución para evitar que las nuevas generaciones no abusen del uso de las nuevas tecnologías.

Tras reflexionar sobre la iniciativa y, estando de acuerdo en que los niños del siglo XX eramos felices jugando a la pita o al escondite, creo que no se puede ir contracorriente pues es una realidad que las nuevas generaciones son nativos de las nuevas tecnologías. El debate debería centrarse en sí el sistema educativo debía incluir una asignatura nueva en la que se enseñara a los niños desde edad temprana el buen uso de las nuevas tecnologías y los peligros que conlleva abusar de ellas. Igualmente, debería incluirse ya, como una norma en los colegios, charlas para jóvenes sobre el uso de los móviles ya que nuestros adolescentes se están volviendo verdaderos adictos al móvil.

De hecho, en Jerez, Proyectos Hombre cuenta ya con un nuevo programa dedicado a ayudar a jóvenes que sufren adicción al móvil. Es cierto, que el móvil es ya la droga del Siglo XXI, sin embargo aún se está a tiempo de educar en su mejor uso, labor en la que la escuela debe ayudar con formación a los jóvenes, siendo las administraciones competentes en Educación las que doten de los medios necesarios para ello. Junto a este apoyo, los padres deben ser los primeros responsable no solo en enseñar a sus hijos a hacer un buen uso del dispositivo, sino informándose, antes de comprarlo, sobre cuales son los peligros que conlleva dárselo a una edad demasiada temprana.

Sin querer generar alarmismo, antes de adquirir el preciado regalo a una edad excesivamente temprana, no estaría mal repasar las cifras del INE: El 30% de los niños de 10 años tiene móvil. A los 12 lo tienen el 70% y a los 14 el 83%. El 20% de los niños de 11 años tiene perfil en algún Medio Social. A los 12 lo tienen el 50% y a partir de los 15 ya son el 90%. Un 38% sube contenidos a Internet sin supervisión ni permiso paternos. El 90% de los padres admite que desconoce si sus hijos visitan páginas peligrosas y, en general, confían en que “pueden controlar” cualquier situación incómoda en la red.

Es cierto que las redes sociales, bien utilizadas suponen una auténtica revolución, pero también pueden convertirse en el peor enemigo cuando se es demasiado joven, te sueltan un móvil y a hacer amigos sin control…«Regalar un móvil a un niños de menos de 10 años es como darle un coche e invitarle a conducir a 200 km por hora», creo que esta frase de Esther Arén, Inspectora Jefe de la Policía Nacional que lucha contra este tipo de maltrato, resumen de la mejor manera el tema. Después de escucharla en una entrevista en Onda Cero, en la que ha contado su experiencia con niños que han intentado suicidarse y con las familias que han perdido a uno de sus pequeños por esta causa, creo que no hay que ser tan drásticos como el colegio de Londres pero sí hay que invertir en formar a padres, docentes y alumnos en un buen uso de las mismas.